martes, 17 de octubre de 2017

Cómo ser mentalmente resiliente


Cómo ser mentalmente resiliente
Tres métodos: Cultivando una mentalidad resistente Cuidándose de sí mismo Cómo obtener y moverse bien.











La vida está llena de giros y vueltas inesperadas. Algunos son intrascendentes mientras que otros alteran la vida. Si bien puede ser tentador darse por vencido después de que algo no sale como lo planificó, una mentalidad resistente puede ayudarlo a superar sus fracasos y alcanzar sus objetivos. Puede mejorar su capacidad de recuperación mental aprendiendo de sus experiencias, cultivando un optimismo realista, cuidándose después de un contratiempo, levantándose y avanzando en su vida cotidiana. 
Método 1Cultivando una mentalidad resistente

    
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Desafía el pensamiento problemático. La forma en que miras los contratiempos puede tener un gran impacto en si puedes o no reunir fuerzas para intentarlo de nuevo. Cuando algo no sale como esperabas, puedes tener una respuesta automática de la que ni siquiera eres consciente, una respuesta que da un giro negativo innecesario a la situación. Cuando experimente un retroceso, tome algunas respiraciones profundas para calmarse e intente notar qué mensajes le está dando a usted mismo. Desafía los pensamientos que impiden tu capacidad de recuperación. [1]
        
Hacerse algunas preguntas clave puede ayudarlo a ver dónde puede tener bloqueos de camino hacia la capacidad de recuperación. ¿Ves los contratiempos como temporales o permanentes? (Por ejemplo, ¿dices "Bueno, no obtuve ese trabajo" o "nadie va a contratarme"?) ¿Les dejas afectar áreas no relacionadas de tu vida? (¿Dice "no soy un lector muy rápido" o "soy tonto y no soy bueno en nada"?) ¿Te culpas a ti mismo cuando suceden cosas malas? (¿Dices: "Esa relación no funcionó porque él no está listo para cometer" o "Él me dejó porque soy indigno de ser amado y no es un buen compañero"?)
        
Cuando identifica la autoafirmación negativa, puede ayudar a desafiar esos pensamientos. Puedes hacer esto escribiendo la declaración ("Soy tonta y no buena en nada") en una hoja de papel, luego haz dos columnas. En una columna, escribe la evidencia que respalda el pensamiento ("No pude terminar la parte de comprensión de lectura de mi examen a tiempo") y en la otra columna, escribe la evidencia que desmiente el pensamiento ("obtengo A en mi ciencia y clases de matemáticas, y lo hago muy bien en inglés cuando puedo leer a mi propio ritmo. También soy bueno en el fútbol y el canto ".)

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Fijar metas. Tener metas personales te da un sentido de dirección y concentración. Puede hacer que sea más fácil sacudirse y volver al trabajo si tiene un objetivo claro en el que trabajar. Estos objetivos también pueden ayudarlo a tomar decisiones: si no está seguro de qué hacer, puede preguntarse "¿esto me ayuda a alcanzar mi meta?"

        Asegúrese de establecer metas SMART: metas que son específicas, mensurables, alcanzables, relevantes y rastreables. [2] Si su objetivo es simplemente "perder peso", es demasiado vago para ser de alguna ayuda. Un objetivo INTELIGENTE sería algo así como: "Voy a perder 8 libras el 31 de marzo cortando 500 calorías de mi ingesta diaria y tomando clases de Zumba tres veces a la semana".
        
Recuerde que los objetivos se pueden ajustar. Si te das cuenta de que un objetivo no es realista (como "Voy a perder 25 libras en un mes"), está bien volver a trabajar el objetivo en algo que se pueda lograr.
        
También puede determinar que su objetivo ya no es algo que desea (tal vez su objetivo era entrar en la facultad de derecho, pero se ha dado cuenta de que realmente quiere convertirse en cineasta). Está bien hacer un nuevo objetivo si sus prioridades cambian.
    
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Sé un optimista realista. Las personas que son optimistas y realistas tienden a tener éxito. Reconocer la posibilidad de un resultado menos que ideal, comprender la necesidad de trabajar duro para alcanzar un resultado determinado y mantener una perspectiva positiva son todos elementos clave para cultivar y mantener la capacidad de recuperación mental [3].
        
Cuando te enfrentas con un problema o problema, no te encases en pensar que solo hay una solución. Prepare los planes A, B y C y anote las cosas positivas que pueden salir de cada uno.
        
Intente decirse a sí mismo: "Sé que el éxito es posible, pero requerirá un trabajo arduo por mi parte e incluirá obstáculos".
    
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Permítase sentir sus emociones. Después de un revés es fácil tratar de barrer todas tus emociones negativas debajo de la alfombra y seguir adelante sin procesar tus sentimientos. En cambio, practique la capacidad de recuperación mental en el momento y permítase sentir todos los sentimientos asociados con una situación particular. Esto te ayudará a encontrar el equilibrio y sentirte menos abrumado. [4]

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Ponga a un lado el tiempo para procesar sus emociones. Algunas veces es posible que deba tomarse un tiempo de nuestros agitados horarios para procesar cómo se siente acerca de una situación. Esto puede ser tan simple como ir a un paseo tranquilo o tomar un baño largo.
    
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Escribe sobre tus experiencias. Es importante rendirse después de un resultado menos que ideal. Considere cómo ha abordado situaciones similares en el pasado y recuerde las estrategias que ha utilizado para superar tiempos difíciles. Escribiendo sobre tus experiencias

n un diario puede ayudarlo a procesar una situación, aprender las lecciones que se le presentan y avanzar. [5] 7 Suelta tu derecho. Muchos de nosotros nos sentimos con derecho a una vida que no incluye contratiempos y obstáculos. Esta actitud poco realista es antitética a la resiliencia mental. Reconocer que la vida está llena de giros inesperados y nadie tiene derecho a una vida fácil [6]. Trate de pasar tiempo como voluntario en un refugio o banco de comida para personas sin hogar. Ver las luchas de los demás en su comunidad puede ayudarlo a dejar de lado los sentimientos de derecho. 8 No espere ser feliz todo el tiempo. La experiencia humana está llena de alegría y tristeza, y es importante abrazar las emociones en ese espectro. Permitir que los sentimientos negativos y positivos coexistan es fundamental para convertirse en una persona más resistente. [7] Cuando te sientas triste o enojado, no trates de ocultarlo con risas y sonrisas. En lugar de eso, permítete sentir estas emociones plenamente. Método 2 Ten cuidado de ti mismo 1 Crea y mantén fuertes conexiones sociales. Mantenerse social es clave para desarrollar la resiliencia mental. La socialización con amigos, familias y colegas es fundamental para nuestra salud mental y física. No aísles cuando te sientas deprimido; En lugar de eso, trate de compartir sus sentimientos con un amigo o amado de confianza. [8] 2 Aumente su estado físico. Los investigadores han descubierto que la condición física está directamente relacionada con la capacidad de recuperación mental. Fortalecer su cuerpo le da poder y aumentará su salud mental, haciendo más fácil ser mentalmente resistente cuando la vida le lanza una llave inglesa. [9] Intente reservar tiempo cada día para la actividad física, incluso si es solo un paseo corto o un juego de fútbol con sus hijos. 3 Practique técnicas de relajación y manejo del estrés. Las personas con capacidad mental resiliente saben cómo manejar sus niveles de estrés, lo que ayuda a mantener los niveles de energía y el optimismo. La respiración profunda, una práctica regular de yoga, la oración y la meditación son todas actividades que pueden ayudarlo a controlar su estrés. [10] No tenga miedo de buscar ayuda de un profesional de salud mental. Pueden ayudarlo a desarrollar prácticas de manejo del estrés que aumentarán su resiliencia mental. Método 3 Preparación y movimiento 1 Vuelva a la normalidad con su rutina diaria. Los contratiempos de la vida pueden arrojarnos un lazo, a menudo interrumpiendo la rutina diaria de nuestras vidas. Concentrarse en tareas familiares, como ir a trabajar, limpiar la casa y llevar al perro a pasear, puede ayudarlo a recuperarse y avanzar. [11] 2 Encuentra la lección. Las personas resilientes saben que cada revés, cada falla, todo lo que sale mal, es una lección disfrazada. Si bien es importante pasar de los errores, recuérdese que primero descubrirá lo que puede aprender de la experiencia [12]. A veces, la lección puede ser simplemente: "No puedo controlar todo". Familiarícese con el concepto de "crecimiento postraumático". Esto se refiere al estudio de cómo el trauma, de la enfermedad a los abusos sexuales a las experiencias de los refugiados, puede conducir a cambios positivos. Las personas en estas situaciones experimentan pérdidas pero, al mismo tiempo, esas pérdidas producen ganancias valiosas. [13] Un evento puede hacer que te sientas expuesto y vulnerable, pero al mismo tiempo, también puede revelar tu fuerza y ​​habilidad para sobrevivir y vencer. 3 Aprende a dejar ir. A veces las situaciones no funcionan de la manera que deseas. Es importante saber cuándo dejarlo ir. Si ha hecho todo lo posible y ha hecho todo lo que estaba a su alcance en una situación determinada, puede ser hora de dejarlo ir y seguir adelante. [14] Si has intentado hacer las paces con un amigo pero no tuvieron éxito, podría ser el momento de dejar de lado la amistad. Si le ha dado todo a un proyecto de escritura pero siente que aún no se queda corto, déjelo ir y pase a un nuevo ensayo o poema. 4 Sigue persiguiendo tus metas. Todos caerán en algún momento de la vida. Lo que importa no es cuántas veces te caes, sino cómo te vuelves a levantar. Sea persistente y continúe trabajando hacia sus metas a pesar de los obstáculos en su camino. Su perseverancia se verá recompensada eventualmente. [15] Mire cada falla como un experimento; ahora que sabe lo que no funciona, puede seguir buscando lo que funciona. Tal vez intentó dejar de fumar pavo frío pero comenzó a fumar nuevamente después de un mes. Ahora tiene una información valiosa: sabe que no puede abandonar el pavo frío y que necesita probar un método diferente, tal vez usando el parche. 5 No pierdas la esperanza. Permanecer esperanzado es uno de los componentes más importantes para convertirse en una persona con mayor capacidad mental. Mantenga una perspectiva positiva, pero realista, sobre el futuro. No dejes que el peso del pasado te arrastre. [16] Haga una lista de todas las posibilidades positivas para su búsqueda de trabajo. El hecho de que solo hubieran dos trabajos en su campo el año pasado no significa que no habrá diez este año. Cree que las cosas van a mejorar. Piensa en todas las veces que te has caído en el pasado y en las grandes cosas que sucedieron cuando volviste a levantarte. Tienes Obtenga esto! 

Resilencia Psicologica cómo superar el fracaso


Cómo superar el fracaso

Superar el fracaso se trata de encontrarlo en ti para empezar de nuevo. Primero, debes superar la sensación de fracaso. El fracaso de un proyecto, relación u otra meta podría abrumarte al inicio, pero si reconoces tu decepción y aceptas tus errores, podrás seguir adelante. El optimismo realista te ayudará a formar un nuevo plan sin prepararte para el fracaso. Recuerda que tu meta a largo plazo es la resiliencia, es decir, la capacidad de adaptarte y desarrollarte.[1] Cada fracaso es una oportunidad de hacerte más fuerte y sabio.

Parte 1
Ir tanteando por medio de la decepción

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    Siente tus emociones. Cuando sientas que has fracasado, es posible que te recrimines, decepciones de ti mismo y pierdas las esperanzas. Contener tu dolor puede influenciar de manera negativa en tu salud, relaciones y éxito futuro. Presta atención a cada emoción que sientas. Tómate el tiempo de identificar cada emoción, ya sea ira, tristeza, miedo o vergüenza .[2] Esto te permitirá hacerte cargo de ella sin volverte contra ti ni contra los demás.
    • Tómate el tiempo de procesar tus sentimientos. Si intentas arreglar o dejar de lado tu decepción antes de saber cómo te sientes, podrías estar actuando con imprudencia.
    • Contener sentimientos dolorosos puede causarte problemas de salud, como un dolor crónico, problemas para dormir e incluso una enfermedad cardiaca.
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    Acepta lo que haya sucedido. Después de que el primer impacto de decepción desaparezca, esfuérzate por aceptar lo que haya sucedido. Será más difícil seguir adelante si te culpas a ti o a otras personas, o si finges que lo que sucedió no importa o que realmente no sucedió. Anota y reflexiona acerca de todo lo que haya sucedido, las causas y las consecuencias. Menciona solo los hechos, sin culparte, juzgarte ni justificarte. Escríbelo en un diario en caso de que tengas uno o escríbete una carta. [4]
    • Si escribir no te parece una forma de expresión, encuentra a alguien con quien conversar. Un amigo de confianza, un familiar o un tutor puede ayudarte a pasar el estado de negación y seguir adelante.[5]
    • Pide la perspectiva de cualquier persona involucrada que no haya puesto muchas emociones en la situación. Por ejemplo, un amigo podría haber visto las primeras señales de fisuras en una relación fracasada.
    • Si ves que no puedes pasar el estado de negación (por ejemplo, te niegas a conversar o a reconocer lo que sucedió, piensas en cómo podrías haber contribuido en el fracaso o ignoras las repercusiones de lo que sucedió), examina lo que te contiene. ¿Qué te atemoriza que suceda si reconoces que fracasaste?[6] Tal vez te sientas un fracaso porque tu hijo tiene un problema de drogadicción y, en vez de lidiar con él, permaneces en un estado de negación y le das dinero para que “compre ropa” cuando sabes que en realidad gasta ese dinero en las drogas.[7]
    • Identifica los miedos irracionales o excesivos.[8] ¿Te preocupa que tu fracaso ponga en duda tu inteligencia y capacidad? ¿Crees que eres la única persona que ha experimentado este contratiempo y que te están juzgando? ¿Te preocupa decepcionar a todos o que pierdan interés en ti si no logras el éxito?
    • Reflexiona acerca de las consecuencias de la acción e inacción. ¿Qué puedes lograr con la acción? ¿Qué podría empeorar la inacción?[9] Tal vez sientes que tu relación fracasó y para evitar pasar por el dolor de otra separación te niegas a salir con alguien o examinas lo que fue mal en la relación. La inacción podría protegerte del rechazo o del dolor emocional de una separación. También quiere decir que te estás perdiendo de la diversión y la compañía que podrías tener al salir con alguien y eso puede alejarte de una relación que podría ser excelente.

Parte 2
Cambiar tu actitud con respecto al fracaso

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    Replantea el fracaso de una manera positiva. Esto se trata de descubrir el lado positivo de una situación, aunque sea un fracaso. Mira la situación en la que fracasaste y contempla las diferentes formas de describirla. El fracaso es un término subjetivo. En vez de decir “Fracasé en encontrar trabajo”, di “Todavía no he encontrado trabajo” o “He estado buscando un puesto en el cual trabajar más de lo que esperaba”. No intentes encubrir tus errores, sino que más bien debes mencionarlos sin juzgarte y encontrar el lado positivo.[10]
    • Otra forma de replantear la situación es comprendiendo por qué tu intento no fue exitoso y después usar esa información para volver a intentarlo. La única manera de descubrir lo que funciona es descubriendo lo que no funciona.
    • El fracaso te brinda la oportunidad de aprender hasta que lo hagas bien.
    • Considera a todos los atletas, científicos y otras personas exitosas que han intentado y fracasado, solo para perseverar hasta que consiguieron su objetivo. A Michael Jordan lo expulsaron del equipo de baloncesto de la escuela secundaria, pero se esforzó mucho y se convirtió en uno de los mejores jugadores de baloncesto de todos los tiempos.
    • Usa el buen sentido del humor para animarte cuando estés deprimido: “Bueno, todavía no he encontrado un trabajo, pero he mejorado mis habilidades en escribir una carta de presentación”.[11] Tomar tu situación con buen sentido del humor te ayudará a dar un paso atrás y a ver las cosas en perspectiva.
    • El buen humor es un componente clave de la resiliencia, ya que reírte de ti con amabilidad te ayudará a superar las peores pruebas.[12]
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    Identifica los patrones de un pensamiento negativo. Por lo general, con el fracaso viene la tendencia a culparte, incluso insultarte. Aprende a identificar algunos patrones de pensamiento negativo para que puedas eliminarlos. Entre ellos están el pensamiento del todo o nada (“Tengo que hacerlo perfecto la primera vez o me rendiré”), la exageración (“Es terrible; no hay forma de que pueda revertir esto”) o etiquetarte de una manera negativa (“Soy un fracasado y farsante”).[13]
    • Cuando te des cuenta de que aparecen este tipo de pensamientos, cuestiónalos. Vienen de un lugar que tiende a ser negativo y crítico. En vez de eso, pregúntate “¿Es realmente cierto?”. Busca evidencias a favor y en contra de tus afirmaciones.[14]
    • Anota una afirmación que vaya contra el pensamiento negativo. Si sigues considerándote un fracaso, escribe algo como “Soy alguien capaz” en una nota adhesiva y colócala en tu espejo. Dila en voz alta y podrás empezar a cambiar tu pensamiento negativo.[15]
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    Deja de pensar en el fracaso. ¿Crees que no puedes dejar de pensar en lo que sucedió porque aparece una y otra vez en tu cabeza? Esto se denomina rumiación y en vez de brindarte una idea sobre lo que podrías haber hecho de una manera diferente o sobre lo que podrías mejorar, solo amplía tus pensamientos negativos.[16]
    • Anota tus pensamientos obsesivos para dejarlos de lado. Sacarlos de tu cabeza y anotarlos en un papel puede aliviarte un poco de la rumiación y ayudarte a revelar cualquier temor subyacente.[17]
    • En vez de querer oírlo todo con lujo de detalles, debes detenerte y decirte “Está bien, ¿qué lección obtengo de esta situación?”. A lo mejor aprendiste que debes salir 30 minutos antes para que no llegues tarde a tu próxima entrevista laboral.[18]
    • Usa la meditación consciente para traerte al presente. La meditación consciente te ayuda a dejar de preocuparte por lo que sucedió en el pasado y concentrarte en el aquí y ahora, para que puedas empezar a preguntarte “¿Qué puedo hacer diferente hoy?”.

Parte 3
Recuperarte

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    Aborda la causa del fracaso. ¿Qué sucedió para desviarte de tu meta? ¿Podrías haberlo evitado? Piensa en las posibles soluciones que podrías haber puesto en práctica y cuáles podrían haber sido las consecuencias. ¿Tus primeras expectativas eran poco realistas? Conversa acerca de tus expectativas con tus seres queridos y compañeros para evaluar su realismo.
    • Si fracasaste en recibir el ascenso que esperabas en el trabajo, pídele una reunión a tu supervisor para saber en qué fallaste. Espera hasta que hayas pasado las primeras etapas de decepción, que son más emocionales. Piensa en qué podrías haber fallado y hazte preguntas para mejorar más adelante.
    • Si fracasaste en encontrar el tipo de trabajo que esperabas encontrar, lee perfiles en línea de las personas que tienen ese trabajo. ¿Tienen una formación diferente a la tuya? ¿Tienen más años de experiencia? ¿Entraron a la fuerza laboral en un momento diferente?
    • Si te decepcionaron mucho en el amor, pregúntate si presionabas o esperabas demasiado de tu pareja. ¿Comprendías cómo se sentía con la relación? ¿Apoyabas sus proyectos y amistades?
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    Establece metas realistas. Una vez que hayas averiguado las causas de tu decepción pasada, esfuérzate por establecer una meta más realista en el futuro. ¿Qué te gustaría ver que pasa después? ¿Qué tendrías que hacer para que tengas más probabilidades de alcanzar el éxito? Conversa con personas de confianza para ver qué tan realista es tu nueva meta.[19]
    • Por ejemplo, si acabas de correr tu primera maratón y esperabas correr una milla en 7 minutos, a lo mejor tus ambiciones eran demasiado altas. Establece una meta un poco más realista para la siguiente carrera. Si corriste una milla en 10 minutos, establece tu meta en una milla por 9,7 minutos. Entrena para llegar a ese tiempo.
    • Si tu meta anterior había sido publicar una novela al final del año, haz que tu nueva meta sea más moderada. Tu nueva meta podría ser recibir comentarios acerca de tu borrador. Regístrate en algunos talleres de edición de novelas, o contrata a un editor independiente o a alguien que te prepare en redacción.
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    Haz un contraste mental. Encuentra un equilibrio entre el pensamiento optimista y el planeamiento realista al practicar el contraste mental. Primero, imagina que logras la meta que deseas. Imagina por unos minutos que logras el éxito total. Después, cambia tu chip e imagina todos los obstáculos que podrían aparecer.[20] Imaginar los obstáculos que aparezcan en tu camino hacia metas razonables en realidad puede hacer que te sientas con más energía y más capaz de abordar esos problemas. Sin embargo, si la meta es irracional, lo más probable es que este ejercicio te permita librarte de ese deseo y, en vez de eso, concentrarte en algo que puedas alcanzar.
    • Reconocer los obsáculos entre tú y tus metas no debe ser considerado un pensamiento negativo o poco saludable. El ejercicio del contraste mental te ayudará a aprender a no ceñirte a metas que no puedas alcanzar o a insistir en lo que no puedes lograr.[21]
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    Cambiar tu estrategia. Haz una lluvia de ideas y escoge la que parezca más sólida. Usa el contraste mental para poner a prueba la solución en tu cabeza. Pregúntate si tienes los recursos para poner en práctica tu nuevo plan. ¿Qué problemas podrían ocurrir? ¿Cómo los resolverás? ¿Qué debes hacer antes de empezar?[22]
    • No cometas los mismos errores. Tu nueva estrategia no debe incluir ninguno de los elementos que podrían haber causado que tu última estrategia fracase.
    • Crea un plan B. Incluso las estrategias bien realizadas pueden fallar debido a complicaciones imprevistas. Asegúrate de volver a saltar a la palestra con un plan B sólido.
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    Inténtalo de nuevo. Con tu nueva meta y tu nuevo plan más sólido, prepárate para alcanzar tu meta. Tómate el tiempo de reflexionar acerca de tu progreso a medida que tus pasos surtan efecto. Siéntete libre de cambiar tu estrategia. Vas a aprender a medida que avances y una parte natural de este proceso es adaptar y modificar tu estrategia. Ya sea que logres tu meta o que tengas que intentarlo de nuevo, habrás logrado un nivel más alto de resiliencia.

Referencias

  1. http://www.mayoclinic.org/tests-procedures/resilience-training/basics/definition/prc-20013967?
  2. http://mayoclinichealthsystem.org/hometown-health/speaking-of-health/feeding-your-feelings
  3. http://www.mayoclinic.org/healthy-lifestyle/adult-health/in-depth/anger-management/art-20048149?pg=2
  4. http://www.mayoclinic.org/healthy-lifestyle/adult-health/in-depth/forgiveness/art-20047692?pg=2
  5. http://www.mayoclinic.org/healthy-lifestyle/adult-health/in-depth/denial/art-20047926?pg=2
  6. http://www.mayoclinic.org/healthy-lifestyle/adult-health/in-depth/denial/art-20047926?pg=2
  7. http://www.mayoclinic.org/healthy-lifestyle/adult-health/in-depth/denial/art-20047926?pg=2
  8. http://www.mayoclinic.org/healthy-lifestyle/adult-health/in-depth/denial/art-20047926?pg=2
  9. http://www.mayoclinic.org/healthy-lifestyle/adult-health/in-depth/denial/art-20047926?pg=2
  10. http://www.mayoclinic.org/healthy-lifestyle/stress-management/in-depth/stress-relief/art-20044456?pg=2
  11. http://www.mayoclinic.org/healthy-lifestyle/stress-management/in-depth/stress-relief/art-20044456?pg=2
  12. http://www.pbs.org/thisemotionallife/topic/humor/humor-and-resilience
  13. http://www.cognitivetherapyguide.org/negative-thinking-patterns.htm
  14. https://www.psychologytoday.com/blog/shyness-is-nice/201305/stop-fighting-your-negative-thoughts
  15. http://www.cognitivetherapyguide.org/thought-records.htm
  16. http://psychcentral.com/blog/archives/2014/02/16/8-tips-to-help-stop-ruminating/
  17. http://psychcentral.com/blog/archives/2014/02/16/8-tips-to-help-stop-ruminating/
  18. http://psychcentral.com/blog/archives/2014/02/16/8-tips-to-help-stop-ruminating/
  19. http://www.mayoclinic.org/healthy-lifestyle/stress-management/in-depth/stress-management/art-20044502?pg=1
  20. http://www.nytimes.com/2014/10/26/opinion/sunday/the-problem-with-positive-thinking.html
  21. http://www.nytimes.com/2014/10/26/opinion/sunday/the-problem-with-positive-thinking.html?_r=0
  22. http://www.mayoclinic.org/healthy-lifestyle/stress-management/in-depth/stress-management/art-20044502?pg=1

Resilencia como superar la adversidad


Cómo superar la adversidad

La adversidad es más que un apuro o un contratiempo: es una serie de desgracias que evitan que logres tus metas y encuentres la felicidad. Podría incluir la injusticia social y las tragedias personales, como una enfermedad o un fracaso. Estas experiencias pueden causarte desesperanza y depresión. Todas las personas experimentarán la adversidad en algún momento de sus vidas, pero puedes superarla con la actitud adecuada y con mucho esfuerzo.

Parte 1
Adaptar tu perspectiva

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    Define y prioriza tus problemas. Cuando experimentes una adversidad, puedes distraerte fácilmente con contratiempos y decepciones menores. Pueden acumularse con rapidez y llegar a abrumarte. Es importante que diferencies entre los inconvenientes o las decepciones menores y los obstáculos reales que te impiden conseguir tus metas. Por ejemplo, perder el ómnibus escolar y tener que tomar el ómnibus público es un inconveniente; perder tu trabajo y ya no poder pagar tus clases es un obstáculo de gran importancia que te impide graduarte de la universidad.
    • Definir tus problemas y comprender cuáles son los más urgentes te ayudará a desarrollar un plan de ataque eficaz.
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    Acepta el hecho de que es inevitable que experimentes la adversidad. Aunque algunos pueden experimentarla con más frecuencia que otros, todos tendrán contratiempos y periodos de dificultades. Al aceptar que la adversidad es una parte normal de la vida y que le sucede a todas las personas, perderás menos tiempo sintiéndote atrapado e inútil.[1]
    • Aceptar la adversidad no quiere decir que no te sentirás triste ni frustrado por los contratiempos. Debes permitirte sentir emociones negativas, pero establece un límite para el tiempo que estarás así. Por ejemplo, establece 30 minutos para llorar y sentir tu dolor. Cuando este tiempo haya terminado, centra tu atención en completar una tarea.
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    Cree en ti. Es probable que esta sea la primera vez que tengas un contratiempo, lo cual es una evidencia convincente de que puedes superar la adversidad.[2] Has superado cada apuro por el que has pasado hasta la fecha. Siempre has encontrado la fuerza necesaria para superarlo en el pasado, así que no hay ninguna razón por la que creas que no podrás hacer lo mismo esta vez.
    • Haz una lista de tus experiencias pasadas de adversidad y éxitos para ver que tu resiliencia es impresionante.
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    Busca el lado positivo. Si quieres superar una adversidad, entonces tienes que concentrarte en el lado positivo, ya sean los aspectos positivos de tu situación o los resultados positivos que sentirás si logras lo que quieres en el futuro. Haz una lista de todos los aspectos positivos de tu vida o de todas las buenas cosas que esperas que te sucedan y verás que hay más razones por las cuales sentirte feliz de las que crees.[3]
    • Si se te hace difícil ver el lado positivo de tu situación, busca una inspiración en las historias de los demás.[4]
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    Replantea tus errores como oportunidades de aprendizaje. No mires tus errores como fracasos. En vez de eso, debes comprender y reconocer cuando has hecho algo mal e identificar lo que has aprendido de esta situación y lo que harás diferente la próxima vez.[5]
    • Si te cuesta encontrar oportunidades de las cuales aprender, cuéntale a otra persona lo que te sucedió y pídele que te diga la lección que se aprende de esta historia. Cuenta esta historia en tercera persona para aumentar la objetividad del oyente.
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    Concéntrate en el futuro. Aprende lo que puedas del pasado y rápidamente usa esas lecciones en tu futuro. No se puede cambiar el pasado, así que persistir en él puede hacer que te sientas desesperanzado. Sin embargo, el futuro representa una posibilidad.
    • Para concentrarte en el futuro, debes comprender que un pasado difícil puede hacer que tu futuro exitoso sea aún más satisfactorio. Por ende, superar una adversidad se convierte en una meta futura.[6]

Parte 2
Pasar a la acción

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    Establece metas realistas. Establecer metas razonables y dividirlas en metas más pequeñas y que puedas alcanzar en veces seguidas te ayudará a mantenerte motivado y disminuirá tu frustración. Tu confianza aumentará cada vez que consigas una meta pequeña que te dirige hacia una meta más grande.[7] Por ejemplo, si quieres perder catorce kilos, establece como meta perder medio kilo por semana. Te tomará mucho tiempo perder catorce kilos, así que debes concentrarte en metas más pequeñas y semanales para que te brinden la oportunidad de aumentar tu confianza de manera constante.
    • Concentrarte en metas más pequeñas también hace que tus contratiempos se vean irrelevantes. No poder bajar medio kilo no es tan malo como no poder bajar catorce kilos.
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    Crea representaciones visuales de tus metas. Tener recordatorios visuales de tus metas en varios lugares te ayudará a mantenerte motivado y a concentrar tu energía. Ten recordatorios en tu casa, oficina, casillero y en tu mochila o bolso.
    • Estas representaciones pueden ser muy básicas o bastante elaboradas, según lo que prefieras. Algunas personas simplemente pueden publicar las listas de sus metas en lugares claves, mientras que otras personas preferirían hacer collages.
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    Debes tener un plan B. Busca muchas soluciones a tus problemas y crea planes de emergencia. Tener opciones te ayudará a permanecer con esperanzas y te brindará rutas alternativas al éxito en caso de que tu primer intento falle.[8]
    • Haz una lista de todas las posibles soluciones a tu problema. Anotar las posibles soluciones hará que se vean más tangibles.
  4. 4
    Ten un mentor. Un mentor te guiará y apoyará, manteniéndote concentrado en tus metas. Los mentores son una fuente positiva de escape de las situaciones adversas. Podrías tener muchos mentores para que te brinden varios puntos de vista y guía en varios aspectos de tu vida.
    • Escoger un mentor puede parecer abrumador, pero es probable que conozcas a muchas personas que serían excelentes mentores. Ten en cuenta a tus profesores, catedráticos, familiares o colegas.
  5. 5
    Niégate a darte por vencido. Rendirte no resolverá ninguno de tus problemas. La mayoría de estas situaciones al final cambiarán. Podrías encontrar nuevos recursos y soluciones al mantenerte concentrado en tus deberes.
    • Está bien que hagas una pausa cuando algo te causa frustración, pero comprométete a seguir realizándolo en cuanto estés menos nervioso.

Parte 3
Desarrollar hábitos saludables

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    Cuidar tu salud física. Hacer ejercicios con frecuencia, llevar una dieta saludable y tener una buena calidad de sueño: todos estos elementos contribuyen a una sensación más grande de un bienestar general, una mayor resiliencia y una autoestima más elevada.[9] Adopta un estilo de vida saludable para lidiar mejor con la adversidad actual y para inocularte contra alguna adversidad futura.
    • Siempre debes empezar una rutina de ejercicios poco a poco para no lesionarte y también primero debes hablar con tu doctor.
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    Empieza a escribir en un diario de agradecimientos. Reconocer con frecuencia todo por lo que te sientes agradecido fomentará una perspectiva positiva en desarrollo. Una actitud positiva te ayudará a lidiar con problemas futuros y evitará que te sientas abrumado.[10]
    • Pasa de 10 a 15 minutos al día pensando en las cosas por las que te sientas agradecido.
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    Nutre tu sistema de apoyo. Tener personas a las cuales recurrir en los momentos de adversidad te brindará un consuelo y apoyo. Desarrollar un sistema de apoyo antes de que estés en necesidad hará que te sea más fácil recurrir a esas personas cuando llegue el momento. Préstales atención con frecuencia a tus amigos y familiares para mantener esas buenas relaciones.[11]
    • Llámalos y sal con ellos a menudo para mantener y fortalecer sus lazos.
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Consejos

  • Llevar un estilo de vida saludable contribuye a tu capacidad de lidiar con la adversidad.
  • Mantente socialmente activo.

Advertencias

  • No uses drogas ni consumas bebidas alcohólicas, ya que lo más probable es que solo hagan que te sientas desesperanzado.
  • Si crees que podrías lastimarte, busca ayuda de inmediato.