Aceptar los hechos como son .
El
primer ejercicio que debemos realizar es el de aceptar los hechos como son y
enfrentarnos a nuestra realidad sea esta cual quiera que sea, sea buena o sea
mala, así sea cruel y dolorosa debemos enfrentarnos a ella, el no aceptar los
hechos es entrar en un proceso de negación.
La Negación
La negación tiene su razón de ser. Hay ocasiones en las
que se usa apropiadamente como un mecanismo de defensa para disminuir la ansiedad asociada con un
pensamiento terrible. Si enfrentarnos a una verdad sobre nosotros mismos o
sobre otra persona o a una situación es algo demasiado aterrador y abrumador en
un momento dado, de forma inconsciente podemos entrar en un modo de negación. De
esta forma, al negar el problema o la situación que nos produce sentimientos
negativos, nuestra ansiedad se reduce dramáticamente.
El único problema es que no resolvemos nada con este
proceso. No aprendemos nada. No crecemos. No conseguimos ser mejores a la hora
de lidiar con el miedo y el temor porque, de hecho, no nos enfrentamos
realmente a estos sentimientos negativos. Como consecuencia de ello y, a pesar de que la negación reduce
nuestra ansiedad, no resuelve nada, sino que solo pospone lo inevitable.